El zagal y las ovejas

...


Apacentando un joven su ganado,  
gritó desde la cima de un collado:
«¡Favor!, que viene el lobo, labradores». 
Estos, abandonando sus labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.
Vuelve a clamar, y temen la desgracia;
segunda vez los burla. ¡Linda gracia!
¿Pero qué sucedió la vez tercera?
Que vino en realidad la hambrienta fiera.
Entonces el Zagal se desgañita,
y por más que patea, llora y grita,
no se mueve la gente escarmentada,
y el lobo le devora la manada.

¡Cuantas veces resulta de un engaño
contra el engañador el mayor daño!